En 2003, se descifró por primera vez el genoma humano y los gastos relacionados superaron los US$3 billones. Para 2030, la tecnología de secuenciación del genoma humano será cada vez más perfecta, el costo será inferior a 100 dólares estadounidenses. En la actualidad, hemos aplicado la genómica a campos médicos como el tratamiento del cáncer, a través de la composición genética de pacientes para tratar el cáncer de mama y otras enfermedades. Para 2030, la genómica se combinará con la inmunoterapia para combatir el cáncer al estimular la autoinmunidad humana, lo que hará del cáncer una enfermedad tratable. Además, la tecnología genómica llamada CRISPR permite a los ingenieros agrupar genes con precisión y sintetizar varios organismos funcionales en fábricas de células. Por ejemplo, la inserción de genomas apropiados en bacterias y microorganismos puede incluso hacer que produzcan materiales como plásticos.